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Siempre hablando del cultivo indoor y excluyendo a las plantas de exteriores que no necesitan de un fotoperiodo controlado, la planta comienza a florecer siempre que esté sometida a largos períodos de oscuridad. Es decir, siempre que queramos detener el crecimiento vegetativo y que comience a florecer nuestra amiga, basta con cambiar el fotoperiodo de 18/20 horas de luz diarias a solo 12 horas de luz y 12 en plena oscuridad. Es importante entender que las 12 horas de oscuridad sean absolutas, sin nada que la interrumpa. 



El tiempo que tarda una flor en formarse varía según la longitud del fotoperiodo al que es sometida la planta. Siempre y cuando la oscuridad sea ininterrumpida promoveremos el correcto desarrollo de las flores. Un mínimo haz de luz que se filtre por unos minutos retrasará la flora. 



La iluminación debe ser cambiada también para comenzar a florar. Debemos utilizar lámparas con haz de luz  rojo o anaranjado. Las lámparas más recomendables son las de alta presión de sodio (ver Iluminación).



A medida que la planta crece se van formando las colas en la punta de las ramas. Podemos multiplicar las colas (ver Recortes y poda) e ir abriendo las ramas para mejorar la ventilación de la planta y que le llegue una buena cantidad de luz a los cogollos.



Siempre podemos ayudar a engordar las flores fertilizando el sustrato ya sea renovando la tierra o diluyendo en el agua de riego fertilizantes líquidos concentrados preferentemente orgánicos. Debemos siempre considerar que en esta etapa la planta necesita altos niveles de Fósforo y Potasio (P-K) y no tanto de Nitrógeno (N).

Etapa de Floración

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